Ambos anticongelantes están compuestos por etilenglicol, que es el compuesto que le confiere la capacidad de regular la temperatura, y su diferencia principal la encontramos en los aditivos que llevan. El anticongelante inorgánico está compuesto de silicatos, cuya degradación produce partículas, y es el que se ha utilizado en mayor medida hasta hace unos años. Por su parte, los aditivos del anticongelante orgánico son anticavitación, anticalcáreos o antiespumantes, de base carbono. ¿Cuál es mejor?
El anticongelante orgánico es más estable, aumentando bastante su durabilidad respecto al inorgánico. Además, su degradación no produce partículas, mientras que los silicatos del inorgánico sí, lo que hace que se generen averías en el sistema de refrigeración. Además, estos silicatos no protegen de la corrosión, mientras que los anticongelantes orgánicos sí lo hacen. Sin embargo, los anticongelantes inorgánicos son muy útiles para vehículos antiguos, ya que estos suelen tener radiadores de cobre o latón, y los silicatos los protegen.