Honda ha dado la campanada en el Salón de Milán con la presentación de la XL750 Transalp, una trail de cilindrada media, que recoge el mítico nombre del popular modelo nacido en la década de los ochenta y cuya imagen ha quedado definida en el centro de investigación y desarrollo que la marca posee en Roma.
Para hacer realidad esta resurrección del mito Transalp, el fabricante japonés ha echado mano de un propulsor bicilíndrico en paralelo de 755 c.c. y 91,8CV, alojándolo en un bastidor de acero que trabaja sobre suspensiones Showa, montando la horquilla barras de 43 mm. de diámetro y empleándose en el tren trasero el consabido sistema ProLink. Los recorridos son, respectivamente, de 200 y 190 mm.
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Se han configurado cinco diferentes modos de conducción, que determinan la entrega de potencia, la cantidad de freno motor, y la intervención del control de tracción y el ABS, pudiéndose acceder a toda la información correspondiente a través de una pantalla TFT de cinco pulgadas. La moto se anuncia con un peso en orden de marcha de 208 kilos, equipa un depósito de 16,9 litros, y su asiento se sitúa a 850 mm. del suelo.
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